Antiguamente, las Artes Marciales no se asociaban con las características físicas de sus practicantes, no importaban el peso, la altura, desarrollo muscular, largo de brazos y piernas, etc.
Cada Arte tenía solamente requisitos técnicos, entrenamiento duro propio del Estilo y eso era suficiente para el artista marcial, sin trabajo con pesas buscando desarrollo muscular, ni dietas estrictas, mucho menos con complejos por poco o mucho peso, poca o mucha altura, ni nada que tuviera que ver con el físico del individuo.
Existen grabados muy antiguos en China que describen Formas y ejercicios que están representados por monjes Shaolin con marcados kilos de más y baja estatura, pero estos grabados también se repiten en otros países. Se sabe además que muchos Maestros de distintas Artes Marciales no eran modelos de físicos espectaculares y eso no impidió que se convirtieran en inmortales por sus grandes aportes al mundo marcial.
A modo de ejemplo se puede decir que, el Maestro Gichin Funakoshi apenas superaba el metro y medio de altura al igual que el Maestro Morihei Ueshiba, el Maestro Choki Motobu estaba excedido de peso, el Maestro Yip Man pesaba poco más de 50 kilos, a Bruce Lee le costaba alcanzar los 60 kilos, Sammo Hung pesa más de 100 kilos, Jet Li es de baja estatura y tiene brazos cortos, y así se pueden seguir señalando características físicas de los más grandes Maestros marciales. Pero que no se malentienda, al contrario; estos ejemplos son los mejores para entender la relación que existe entre el físico y las Artes Marciales.
A veces, uno de los mayores problemas en los Dojos o gimnasios de diferentes Artes Marciales es el que existe en los practicantes que identifican el éxito en determinado Estilo de acuerdo al estado físico, esto implica desde la musculatura hasta la altura que no se puede modificar.
Erróneamente se cree que el físico ideal para un artista marcial es el que tenía Bruce Lee, con gran definición muscular, poco peso y baja estatura que supuestamente le permitía ser tan rápido. Otros aseguran que el físico perfecto es el que tenía Jean Claude Van Damme en su mejor época, o sea; estatura media, piernas largas y flexibles y masa muscular definida y voluminosa. Así podemos seguir citando ejemplos físicos que se han convertido en estereotipos a los que aspiran los practicantes de Artes Marciales.
A través del cine marcial, se han establecido estereotipos que han cambiado con los años, lamentablemente muchas veces se cultiva más el físico (hasta de forma exagerada) que la parte técnica, lo que nos aleja de la faceta marcial del Arte.
Hubo un periodo del cine marcial en que el requisito principal para ser el villano principal era ser de gran estatura y con un gran desarrollo muscular, no importaba que el actor no entrenara ningún Arte Marcial, y generalmente el mensaje de la película era muy simplista: el protagonista musculoso derrota en un acto casi milagroso al villano más musculoso y colosal con técnicas secretas (tema para otro post).
Pero afortunadamente, en el cine marcial asiático este tipo de historias no eran comunes, muchas veces se buscaba el efecto contrario, un villano aparentemente débil que en el combate final aunque perdía, complicaba al protagonista con su gran técnica. Aunque ambos métodos son para el cine, influenciaron y lo siguen haciendo con practicantes de todo el mundo.
Incluso en algunos Dojos es un requisito muy importante el desarrollo muscular, por encima de la parte técnica y se convence a los alumnos con argumentos absurdos que relacionan el progreso dentro del Estilo de acuerdo al físico, peor aún es cuando se discriminan a aquellos alumnos que no siguen estas "enseñanzas".
Las Artes Marciales fueron concebidas para la autodefensa, primitivamente el objetivo era matar, luego con la incorporación de la meditación y la formalización con códigos, reglas, filosofías, etc., se elevó a un Arte.
Por eso, un hombre con sobrepeso puede ser un excelente exponente de Kung Fu, un hombre de más de 2 metros puede ser un gran judoka, un hombre de 1,50 m. de altura puede ser un gran Campeón de Taekwondo, etc. lo importante es adaptar el Arte Marcial entrenado a nuestro físico.
Lo más importante es el factor mental del practicante, no sentirse esclavo de los estereotipos y desarrollarse como artista marcial técnicamente y disfrutar de todos los beneficios que nos aportan todas las Artes Marciales como: seguridad, buena salud, auto confianza, protección, sociabilidad, respeto, concentración, entre otros.
Obviamente hay técnicas que van a resultar más complicadas para personas con más o menos altura, o más o menos peso, etc., pero el objetivo en común de todas las Artes Marciales es uno solo, la auto superación y para eso todos tenemos limitaciones.
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