Una dieta austera y estratégica
A diferencia de la opulenta alimentación de la nobleza japonesa, la dieta ninja se caracterizaba por su simplicidad y practicidad. Los ingredientes eran humildes, pero cuidadosamente seleccionados para aportar la energía y los nutrientes necesarios para un rendimiento óptimo.
Cereales integrales: la base de la energía
El arroz integral, el mijo y otros cereales integrales eran la base de la alimentación ninja. Estos alimentos ricos en fibra proporcionaban energía sostenida durante largas horas de entrenamiento y misiones. Además, la fibra ayudaba a mantener una digestión saludable, crucial para prevenir molestias durante los movimientos sigilosos y combates.
Proteínas vegetales: fuerza y resistencia
Las legumbres, como las lentejas, los frijoles y la soja, eran fuentes esenciales de proteínas para los ninjas. Estas proteínas vegetales les proporcionaban los aminoácidos necesarios para construir y reparar músculos, esenciales para la fuerza y la resistencia necesarias en el combate.
Verduras y frutas: vitaminas y minerales
Las verduras y las frutas frescas, aunque no abundantes, eran una parte importante de la dieta ninja. Aportaban vitaminas, minerales y antioxidantes que reforzaban el sistema inmunológico, esencial para combatir enfermedades y recuperarse de las lesiones.
Hidratación constante: clave para la agilidad
El agua era fundamental para la hidratación y el rendimiento físico de los ninjas. Bebían agua en abundancia para mantener la concentración, la agilidad y la resistencia durante los entrenamientos y las misiones.
Alimentos fermentados: probióticos para la salud intestinal
Los alimentos fermentados, como el miso, el natto y el chucrut, eran parte habitual de la dieta ninja. Estos alimentos ricos en probióticos ayudaban a mantener una flora intestinal saludable, lo que era crucial para una buena digestión y absorción de nutrientes, especialmente durante las privaciones y los cambios drásticos de dieta que podían experimentar en sus misiones.
Adaptándose a las circunstancias
La dieta ninja no era rígida, sino que se adaptaba a las circunstancias y a la disponibilidad de alimentos. En caso de escasez, podían recurrir a hierbas silvestres, nueces, semillas e incluso insectos. La capacidad de encontrar y consumir alimentos en cualquier entorno era una habilidad esencial para su supervivencia.
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